Núm. 14 (2020): Comunicación de las Ciencias
N° 14. 2020. Comunicación de las ciencias.
El desarrollo de la razón humana y su expresión en el acrecentamiento del conocimiento científico, parecen constituir vectores de consolidación del proyecto emancipatorio y civilizatorio de la racionalidad ilustrada que funda y sostiene la sociedad contemporánea. Asimismo, el proceso de ensanchamiento y democratización del conocimiento se torna una política y un horizonte deseable para dicho proyecto, que se consolida en un espacio inestable y controvertido, propio del método que lo posibilita. Allí se trama un estrecho vínculo entre el campo de la ciencia y la comunicación, exigiéndose mutuamente la ampliación, profundización y complejización de su relación. Particularmente relevante se torna esta dinámica, cuando emergen un conjunto de fenómenos que interpelan y exigen al campo de la ciencia, pero también a la sociedad civil y al estado, atender una amplia gama de efectos del desarrollo de la sociedad postindustrial, especialmente aquellos que conllevan riesgos sobre la vida humana y el ecosistema planetario. Los problemas y conflictos socioambientales, el extractivismo y las denominadas “zonas de sacrificio”, las emergencias y mutaciones, aledañas o consecuencia directa del antropoceno, los debates vinculados al desarrollo sociocientífico y biotecnológico, el rol de las experticias o las tensiones provenientes de la racionalidad de la salud pública (como la comunicación de una pandemia) hacen de esta relación entre ciencia y comunicación un problema de crucial y vital importancia para la sociedad contemporánea.
De este modo, en el dossier del presente número de Re-Presentaciones nos preguntamos, al menos, por tres ejes inmediatos en torno a la Comunicación y la Ciencia. Primero, la dimensión pública y función social que cumple la comunicación en su relación con la ciencia (divulgación, educación, información de la investigación y avances científicos, debates y controversias entre los distintos actores sociales, producción conocimientos y circulación de saberes, etc.). Segundo, evaluación y reflexión de esta relación en el contexto de pandemia, específicamente aquella que concierne a la relación entre comunidad científica, estado, sociedad civil y medios de comunicación). Tercero, una lectura política (tanatopolítica, inmunitaria) de la comunicación de la ciencia como dispositivo biopolítico de control social.